Cuando se acercan las fiestas, nos ponemos más nostálgicos o alegres e inevitablemente todes comenzamos a hacer un balance del año que tuvimos. Lo primero que hacemos – casi por instinto- es pensar si los objetivos que nos habíamos propuesto el Diciembre pasado, se cumplieron y cuáles de ellos no salieron como esperábamos. Aunque estemos con muchos preparativos y reuniones de fin de año, nuestra cabeza siempre encuentra un tiempo para reflexionar sobre lo bueno y lo malo del ciclo que concluye.

Desde Epígrafe Comunicación creemos que, trabajando en equipo, es muy importante encontrar ese espacio para realizar un recuento del año que se va y plantear nuevos objetivos para el que comienza. Puede ser una reunión de cierre, una comida, un brindis, etc. pero es bueno propiciar un lugar de encuentro entre compañeres de trabajo para compartir las reflexiones individuales y plasmarlas en un balance colectivo. ¿Qué fue lo más importante del año? ¿Qué metas se cumplieron? ¿Cuáles quedaron pendientes? ¿Cuál fue el momento más crítico del ciclo?

La evaluación del año también tiene que estar acompañada de nuevos objetivos. En el debate entre los propios miembros del equipo pueden surgir nuevos interrogantes, inquietudes y propuestas. ¿Qué esperamos para el 2019? ¿Qué metas nos proponemos cumplir? ¿A quiénes queremos llegar y por qué? Estas preguntas nos ayudarán a no perder de vista el horizonte que queremos alcanzar. Luego, el equipo puede desarrollar una planificación anual que le permita ordenar sus prioridades. Si bien a lo largo del año éstas pueden variar, es bueno comenzar con ciertos propósitos puestos en común.

 

¡Arranquemos el año con energía!

¡¡LES DESEAMOS UN FELIZ 2019!!

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